Ruta en moto por la Alpujarra. Subida a Ohanes – Abla en moto

Una ruta en moto por la Alpujarra almeriense es uno de los grandes placeres de los que puede disfrutar alguien con su máquina por multitud de motivos. Sus pueblos, sus gentes, sus parajes naturales y sobre todo, para nosotros, por sus carreteras.

Partiendo desde la carretera nacional que une Almería con Granada, desde el mismo desvío hacia Ohanes, parece que entras en otro mundo. Desde una nacional ancha y llena de tráfico a una reviradísima carretera, no demasiado estrecha, bien peraltada y con un asfalto espectacular.

Desde el desvío hasta Ohanes, vas a disfrutar de 8 km de muchísimas curvas encadenadas y unas horquillas de infarto, todas de baja velocidad. Aún a baja velocidad, en subida, con la calidad del asfalto, te permiten apretar el gas y tumbar un poco más en cada curva mientras disfrutas de un paisaje semi-desértico.

Ya en estos 8 primeros kilómetros vas a encontrar algunos miradores en los que merece la pena pararse a hacerte fotos con tu montura, si es que no llegas demasiado encelado con las curvas, por que la verdad es que para los que nos gusta curvear, en lo último que piensas es en parar.

 

Si que te recomiendo visitar el pueblo de Ohanes, aunque simplemente sea dando un paseo con la moto. Teniendo en cuenta que es el primer pueblo que fue declarado el primer Municipio Ecológico de Europa, puedes imaginarte como se ha conservado a lo largo de los años. Realmente parece que para ellos se detuvo el tiempo hace 40 años, y es que la zona lo requiere.

El desvío para seguir y cruzar el Parque Natural de Sierra Nevada lo tienes un poco antes de llegar a Ohanes, por lo que tendrás que dar la vuelta.

Una vez que tomas dirección Abla, la carretera se tranquiliza, sin perder el encanto de varios tramos de curvas cerradas, con buena visibilidad y buen asfalto. Aunque ya no es la montaña rusa por la que has subido a Ohanes, sigue siendo divertidísima.

Al poco de tomar esta carretera vas a encontrarte con una sorpresa, la Ermita de Tices. Simplemente te la encuentras al salir de una curva, allí al fondo, como si la hubieran dejado caer allí, en mitad de la nada, por accidente. Merece la pena visitarla ya que la carretera prácticamente pasa por la puerta.

La carretera continúa y, después de llevar subiendo 20 minutos, toca bajar. Pero el asfalto sigue igual de bien y la visibilidad de las horquillas es estupenda, así que la diversión continúa hasta Abla, que comienza a verse a mitad de bajada. Sin duda es un tramo que permite poner a prueba los frenos y el agarre de las cubiertas. Un tramo en el que los hierros lo van a tener complicado.

 

Sin duda, toda la Alpujara es espectacular, pero creo que esta zona tiene un atractivo especial ya que cruzas de un extremo a otro el Parque Natural de Sierra Nevada, cambiando de paisaje y de clima en media hora. Hay que tener cuidado en invierno ya que la altitud es considerable y es fácil encontrar hielo. Ten en cuenta que Ohanes está a casi 1000 metros de altura

Existen miradores durante la subida a Ohanes en los que merece la pena parar, así como en el propio pueblo, desde el que puedes disfrutar de unas vistas espectaculares y una de las gastronomías más naturales de Andalucía. También es recomendable visitar la Ermita de Tices.